Se trata de las plantas más fuertes del grupo de las judías. Aguantan bien el frío del invierno.
Si sembramos en Otoño tendremos las cosechas más tempranas, aunque es posible que sea más seguro sembrarlas en bandejas o cajas y almacenarlas en un invernadero o una cajonera fría para plantarlas a finales de invierno. Esto se hace mucho con las variedades de vaina larga. En el caso de las variedades de vaina pequeña se tendrán que sembrar solo en primavera.
Suelo y sitio para plantar las Habas:
Los suelos no deben estar encharcados, aunque sí es aconsejable que sean suelos pesados.
Si quieres que crezcan adecuadamente, es aconsejable que el suelo sea neutro (o un poco ácido: pH 6-6,50).
Muy importante: Donde cultives habas, no vuelvas a cultivar habas de nuevo al año siguiente porque es posible que se produzcan quistes de anguílulas en la tierra (Se trata de unas larvas que ponen huevos en las raíces de las plantas y en algunos casos llegan a matar a la planta entera, entonces si las larvas viven en las raíces y plantas nuevas habas al año siguiente las habas nuevas sufrirán la presencia de las anguílulas).
Siembra de las Habas:
Las semillas de las habas son grandes, estas pueden ser sembradas con un almocafre o un trasplantador.
Debemos sembrarlas a 3 centímetros de profundidad en la tierra en hileras, con una separación de 23 centímetros entre semilla y semilla. Las hileras deben tener la misma separación entre sí (23 centímetros).
Las semillas de las habas pueden germinar bien en temperaturas bajas, aunque las plantas que tengan que sobrevivir un invierno se recomienda ponerles una campana o un plástico para que queden bien protegidas del frío.
Cuidados del día a día de las Habas:
Son bastantes sencillas de cuidar, tendrás que poner algo que haga de soporte, sobretodo para las plantas más altas, algunos horticultores colocan estacas en los extremos de las hileras con alambres para hacer de soporte.
Producción en la recolección de las Habas:
Por cada 3 metros de hilera donde tengamos plantadas las habas estaremos produciendo unos 9 kilos de haba, aunque se recomienda que se recolecten cuando el filamento que bordea la piel de las habas es todavía blanco, entonces todavía no pesarán tanto pero estarán mucho más buenas.
